UN MOMENTO EN EL DÍA ,PARA RECREAR EL ALMA A TRAVÉS DE LAS MANIFESTACIONES DEL ARTE QUE NOS RODEA ,PARA BIEN DE NUESTRO ESPÍRITU Y DE NUESTRO CUERPO.

jueves, mayo 23, 2013

Un amor un nido

Un amor un nido
Días de soledad y desconsuelo , sin más vista que un ventanal florido,
Dolores e impotencia aquí en mi pecho,
Son sólo compañía aquí en mi lecho . 
Pasan días ,con noches mortecinas hasta que
Un rayo de luz por la ventana muestra la vida en la mañana,
Dos gorriones jugando en el alero del ventanal ,
retozan presurosos por la vida.
Les observo su gracia y su denuedo y  me dan señales de alegría y vida.

Revolotean y estiran sus figuras danzando jubilosos con sus alas,
Juntan sus cuerpos y sus picos dulces , gozando con trinar su algarabía.
Los dos se tornan  compañía que alegra mi tristeza de mi lecho.
Vuelan y se retiran jubilosos llenos de chispa ,de luz y de alegría,
Pasan dos días y retornan luego trayendo entre sus picos los hilados,
Hilados de bejucos y de plumas que van tejiendo los dos con su tonadas,
Trinan y revolotean presurosos gozando su danzar hacen su nido.

Vuelven y continúan con sus trinos construyendo su hogar con gran cuidado,
Tejiendo con sus sueños y sus plumas ese nido de amor de sus remilgos.
Vienen rítmicamente cada día y luego de festejos jubilosos ,
Sale el gorrión cual raudo trueno y ella acomoda su cuerpo en dicho lecho,
Pasan los días y ella permanece calentando los frutos de su amor ,
El retorna trayendo entre su pico sabía, polen y amor todos los días,
Pasan los días calentando el amor de sus caricias e intercambian ,
Los días dando calor a esos huevos de amor que traen vida ,

Así sigue ese ritmo de quereres hasta que brotan presuroso dos polluelos .
miran con inocente afán su bello  nido,
Retozan y sus padres jubilosos festejan la llegada de sus sueños,
Fruto del dulce amor y su trabajo , son dos vidas de amor que pronto llegan,
Los polluelos demandan sus cuidados y con trinos reclaman su sustento,
Vienen por turnos a traer su aliento y con sus picos depositan vida a esas bocas henchidas de dulzura .

Por turnos los dos padres van y vienen trayéndoles sustento y dando cariño a esos frutos bellos de su amor .
Pasan los días ,los polluelos crecen ,retoman y demandan volar luego,
Hacen torpes intentos afanosos por volar y no logran cometidos de su empresa,
Sus padres dan su apoyo  y  con su ejemplo pocos a poco van saltando,con pequeños pasos y torpes revuelos .
Luego de varios días en su intento logran revoloteos presurosos,
Su temor los limita en sus intentos , pero puede más su denuedo por la vida.

Son sus padres  quienes dan fuerza y coraje con un dulce empujón vuele a la vida y poco a poco los polluelos abandonan su nido y quedan los padres , compartiendo recuerdos , sus sueños y esperando un retorno  aquí en su nido.
Quedan con el recuerdo calentando el amor entre sus plumas y anhelando un mañana con sus trinos y tejiendo esperanzas con susurros,y remilgos de amor allí es  su nido. Un día vendrán ,esperan que vendrán.
También mi corazón siente ese aliento y percibo que su ritmo marca un sino de avanzar lentamente en mi camino.
Minfanteo
2013-03-21

Vamos al rio






Vamos para el río
No se sí te recuerdes de esas andanzas por el campo ,muchas veces reales y otras imaginarias; andanzas de niño cuya mente inquieta y veloz llega a confundir la realidad con el sueño y/ o el deseo de aventura  de ambular en los   surcos de papa, los pajonales del tamo derivado  de la siega del trigo y la cebada ,del paseo por los charcos que deja la lluvia en los caminos sinuosos y caprichoso que deja el pasar cotidiano del campesino en la vereda.






Ir de paseo al río era toda una empresa mancomunal que involucraba un operativo preparatorio de Mama, Papa, hermanos ,empleados y hasta los perros entendían y participaban con su hocico y cola móvil en las tareas previa al paseo. Así en las canastas orgánicas era ubicado el "piquete " o mínimo el " avió" preparado con esmero por mi madre y la Resura,esa mujer gigante que con su ánimo y fuerza portentosa estaba atenta a todas las tareas de la jornada campestre.

Muchos dirán y que era eso del piquete y el avío? . El piquete era la comida previamente preparada con amor ,esas presas  ( partes del animal cocinado ) de pollo ,huevos cocidos,papas saladas, un aguacate y desde luego el ají . Así cómo la cantina con el guarapo de piña y otra con agua o jugos de la fruta de ocasión . Además la Tula con los chingos  ( vestidos recatados de baño) y la toalla no podían faltar. El  "avío " , si el paseo era menor , esto es a menos distancia y duración ,era la ración que mama preparaba con mucho amor y con con un buen pedazo de queso , un bocadillo veleño y una botella  lista con agua de panela con leche. O con jugito de curuba .

Si el paseo era con los tíos y primos venidos del pueblo el preparativo era mayor y se requería  llevar "bestias" ( caballos, la mula y el burro) para cargar muchas cosas y llevar a las tías viejitas en las bondadosas yeguas en las sillas de mujer ( algo que nunca entendí ese adminiculo asimétrico y enredado) .
Caminar por los senderos que deja en el paso del tiempo con el pasar cotidiano del arriero con sus bestias presurosas o con el carro de yunta. El pastizal y los bejucos , los sauces verdosos y amarillentos que dan ese toque mágico a esas mañanas grises ,donde el sol esquivo da sus centelleos perezosos por aparecer a su tarea diaria de dar vida y su calor a todos los seres vivientes de la comarca.
Caminamos y brincamos con denuedo equilibrista avanzando presurosos para llegar al recodo donde el río pareciera hace una excepción para esperar a sus inquietos y asiduos visitantes . Es donde el río cambia de rumbo para llevar su agua al valle que lo espera con ansias . Los eucaliptos y pinos rodean el camino haciéndonos calle de honor y bendiciéndonos con sus deliciosas aromas ,que son envidia de los perfumes venidos de la Francia .
Llegar al río de primero era una apuesta de velocidad en la que todos, hasta los perros queríamos ser los ganadores. Mi flacura me ayudaba y mis piernas flacas y largas me daba cierta primacía en el evento familiar. Mi tío me decía " vos de donde sacas fuerzas si SOS un flacuchento de marras" y yo le decía ,no se olvide tío que el acero viene en varillas.

Los preparativos para ingresar al agua era todo un trámite , los mayores escondidos detrás de los bejucos para tapar sus misteriosas dotes y salir con su chingos puestos y sus alpargatas para evitar las furtivas espinas dentro del pasto. Los chiquitos en bola o con calzoncillos ,si habían. Al " agua patos" y así se procedía con la enjabonada semanal que la mama no dejaba pasar para reducir esas trazas que la tierra y los charcos dejan en las tiernas pieles de esos inverves " carchozos " que éramos en ese paraíso.

La algarabía ,las risas y los cantos con el tiple de papa matizaban nuestra liturgia familiar de esos paseos inolvidables de aquellos tiempos que marcaron nuestras mentes, nuestros corazones y nuestras almas. 

Minfanteo 
2013-04-16