Amanecer y sentir el calorcito producido por la cocina de leña y/o de carbón mineral nos arrullaba aun mas,pero el olor a arepas de maíz con queso fresco calienticas nos llamaba al comedor o a la cocina; sin embargo la Resura aparecía con el jugo de naranja recién exprimido y para mis papas además su tinto ( café en taza chica). Así que el camino comenzaba hacia la cocina ,que era nuestro sitio preferido. Ud dirá y no se bañaban? Claro que si, esa es otra historia que pertenece a otro capítulo.
Sentados en butacas o incluso en troncos adecuados para tal fin alrededor de una mesa hecha de madera cortada de nuestro pequeño bosque por mi padre.
Un sitio ideal para la tertulia mañanera saboreando el caldo medio salado con cebolla,cilantro y perejil además de un huevo al centro. Las arepas no faltaban e incluso alguna mogollas chicharrones traídas de la panadería del Puente de la Balsa.
Eran cocinas grandes donde el movimiento comenzaba muy temprano ya a esa hora habían desayunado los concertados el Miguel con el Eccehomo y el Daniel chico, además de la Leonilde,la Resura y la Beatriz. Quienes salían temprano a organizar el ordeño de las vacas que pastaban en los potreros de cerca al Bosque y al Vallado.
Así que la cocina estaba caliente y los olores de los huevos perico,fritos y el "calentao"( comida del día anterior calentada ,esto es arroz medio quemado,papas y carne picada). Eso era una bomba, los chicos nos comíamos nuestro caldo con pan o media arepa y luego la agua de panela con leche y listos para salir al patio de las palmas a ayudar a recoger los huevos en el gallinero de mama. Era una tarea linda ,ver quien encontraba el huevo mas grande que suponíamos venia con dos yemas.
Desde ahí se veía salir el humo por el buitrón de la cocina, un lugar que prácticamente no paraba en todo el día ese trabajo.
Ya se iniciaba la nueva tarea de preparar todos los elementos para el gran almuerzo para los once miembros de la familia ,los empleados de adentro ( cocineras,muchachos de los mandadosy niñeras), además los obreros unos 8 vecinos contratados venidos de la region que llegarían hambrientosy con sed ,junto con mi Padre y hermanos mayores luego de avanzar en la ciega de la cebada, una linda ocasión que era un trabajo duro,pero era mas un fiesta, guarapo de piña o de melaza no faltaba.
Así que la cocina de leña y carbón seguía firme en sus tarea y mi Madre junto con las muchachas continuaban ese trabajo duro y casi constante en una Finca y en un hogar Boyacense.
Minfanteo
2015-02-22
No hay comentarios.:
Publicar un comentario