que llevaron a don Pepe por las montañas de Toca,
caminando a paso largo para llegar a la Jaza ,
donde habita Don Cristancho el maestro del chircal.
Cuanto habremos caminado, cuanta historia llevo adentro,
llevando al Pepe en las noches de juerga, tejo y requiebros,
volteando bultos de papa, de arvejas y de mazorcas,
siempre ocupados en trenza con esas patas de Pepe.
Hoy te dejaron en casa, pues ya no tiene remedio,
Don Pepe se fue a lo lejos a descansar en el lecho
que ayudó a construir presto el cementerio florido.
minfanteo